Redes sociales y entrenamiento

Redes sociales y entrenamiento, ¿cómo nos pueden perjudicar?

Vivimos en una era donde de una forma u otra es prácticamente imposible estar desconectado de redes sociales como Twitter, TikTok, Instagram o Facebook, entre otras. Sin embargo, esta expansión que han tenido durante los últimos años nos han convertido a muchos de nosotros en dependientes de las redes sociales en nuestro día a día, hasta el punto que es raro no ver a una persona presente en alguna de ellas.

¿Pueden mejorar las redes sociales nuestro estilo de vida?

Haciendo referencia a la típica frase de: «El veneno está en la dosis», en el caso de las redes sociales un uso moderado de las mismas pueden convertirlas en herramientas muy útiles en varios ámbitos, mientras que su uso indiscriminado pueden hacer que sean perjudiciales para nuestra salud. Además, debemos tener en cuenta su aplicación, es decir, para que las queremos utilizar. Por ejemplo, y respecto a la actividad física o la alimentación, existen diferentes aplicaciones como Strava o MyFitnessPal, las cuales nos pueden ayudar a generar adherencia en cuanto a llevar a cabo ciertos comportamientos saludables, como hacer más ejercicio o comer saludablemente. Además, pueden ser un gran recurso didáctico, ya sea para ampliar nuestro conocimiento o bien darlo a conocer.

¿Y cuáles son sus aspectos negativos de las redes sociales respecto al entrenamiento?

Sobre la problemática del sobreuso en cuanto a las mismas, suele ser habitual ir al gimnasio y ver a una persona que pasa más tiempo distraído junto a su teléfono móvil que realizando el ejercicio correspondiente. Además, también suele ser frecuente ir ojeando las redes sociales previo momento a la realización de ejercicio físico para «relajarnos», lo cual no solemos darle prácticamente ninguna importancia y quizá sí pueda tener repercusiones negativas. De esta forma, un estudio realizado en personas con experiencia respecto al entrenamiento de fuerza demostró que la utilización de redes sociales 30 minutos antes de entrenar la fuerza provocaron un aumento de la percepción subjetiva del esfuerzo, así como una menor carga levantada en comparación con aquellas personas que vieron un documental.

¿Qué podemos hacer?

Para poner solución a estos problemas nos encontramos con apps gratuitas como One sec las cuales pueden ayudarnos a no caer en la tentación de entrar constantemente en nuestras redes sociales favoritas al bloquear momentáneamente la pantalla a la hora de acceder a ellas. Por otro lado, existen documentales como El dilema de las redes de Netflix, los cuales nos hacen ser conscientes de la verdadera adicción que podemos llegar a tener, viendo cómo somos manipulados para utilizarlas.

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