Mejora de analíticas con ejercicio físico tras un trasplante de riñón

¿Cómo influye el hecho de ser activo en mis analíticas tras un trasplante de riñón?

Cuando hablamos de un requisito mínimo en cuanto a actividad física semanal, debemos ceñirnos a las últimas recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), publicadas en 2020, donde nos hablan de realizar un mínimo de 150 minutos de actividad física a intensidad moderada-vigorosa, además de dos días de entrenamiento de fuerza. Pese a que estas recomendaciones no parezcan difíciles de llevar a cabo, la gran mayoría de la población no es capaz de cumplirlas.

Cuando recibimos un trasplante de órgano sólido, en este caso de riñón, mejoran diferentes parámetros asociados a nuestras analíticas, como la creatinina o el ácido úrico, además de nuestra función física en comparación con una situación de terapia renal sustitutiva. No obstante, estos parámetros no acaban de normalizarse del todo en comparación con los de una persona no trasplantada en la mayoría de los casos.

Por otro lado, es necesario destacar las principales diferencias entre sedentarismo, inactividad y actividad física, ya que son términos que, aunque se parecen, son diferentes. Por ejemplo, el término sedentarismo hace referencia a cualquier comportamiento que genera un gasto energético mínimo (≤1,5 MET) en una postura sentada o reclinada. Sin embargo, ser inactivo significa no alcanzar la cantidad mínima de actividad física recomendada por la OMS (citada más arriba), mientras que ser activo es todo lo contrario, es decir, cumplir con dichas pautas.

Pues bien, sabiendo todo esto, hace unos años se realizó un estudio donde se comparó durante un periodo de tres años diferentes parámetros bioquímicos entre trasplantados renales con características similares, pero donde unos eran activos y otros inactivos. Los resultados mostraron que aquellos que eran inactivos experimentaron una disminución en cuanto a la función del injerto, así como unos mayores niveles de creatinina sérica y una tasa de filtración glomerular más baja. Además, los niveles de proteinuria, glucosa y ácido úrico se redujeron en los sujetos activos en comparación con aquellos inactivos, los cuales aumentaron.

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Referencias

  • Totti, V., Fernhall, B., Di Michele, R., Todeschini, P., La Manna, G., Cappuccilli, M. et al. (2020). Longitudinal analysis of cardiovascular risk factors in active and sedentary kidney transplant recipients. Medicina, 56(4), 183.
  • Vázquez, I. (25-07-2021). Sedentario e inactivo, dos falsos sinónimos. Pildorabreve. https://pildorabreve.com/blog/ejercicioysalud/sedentario-e-inactivo-no-son-lo-mismo
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