Consideraciones de ejercicio tras un trasplante de hígado
Después de un trasplante hepático, mejoran ciertos factores relacionados con nuestra salud. Pero sigue habiendo una mayor prevalencia de enfermedad cardiovascular, cáncer y osteoporosis, por ejemplo. Por ello, es importante seguir un estilo de vida saludable en cuanto a llevar una dieta adecuada y realizar actividad física para atenuar algunos de los efectos secundarios más frecuentes tras el trasplante, como son la pérdida de apetito, la fatiga o el dolor, entre otros.
Ejercicios para los trasplantados de hígado
En cuanto a la actividad física, sabemos que tras el trasplante aumentamos el tiempo que pasamos de forma sedentaria, por lo que es importante pasar más tiempo activos. Sin embargo, debemos tener en cuenta ciertas consideraciones a la hora de realizar dicha actividad,. Éstas son comunes a cualquier tipo de trasplante de órgano sólido debido a la medicación inmunosupresora o la propia cirugía (en este artículo puedes descubrir otros ejercicios para trasplantados).
No obstante, en un trasplantado hepático a diferencia de un trasplantado renal, por ejemplo, debemos dar prioridad a trabajar la movilidad torácica, fortaleciendo dicha zona, pero evitando generar mucha tensión sobre la misma. Para ello, os dejamos dos propuestas de trabajo, una de pie y otra desde el suelo:
Ejercicios de pie
Movilidad torácica de pie tras un trasplante de hígado
Flexiones pared de pie tras un trasplante de hígado
Ejercicios desde el suelo
Movilidad torácica de suelo tras un trasplante de hígado
Flexiones de rodillas tras un trasplante de hígado
Barreras y facilitadores para realizar ejercicio físico tras un trasplante hepático
Por otro lado, y aludiendo al tiempo sedentario del que hablábamos anteriormente, este viene determinado por ciertas barreras respecto a la actividad física presentes en este tipo de población. Estas barreras son la pérdida de confianza en sus habilidades, aumentando el miedo percibido a lesionarse mientras se realiza ejercicio físico. Esto, sumado a que en los hospitales no suele haber medios para realizar ejercicio, dificulta que sea realizable por este tipo de población pese a los beneficios que conlleva y que están ampliamente demostrados.
Finalmente, nos encontramos con todo lo contrario, es decir, ciertos facilitadores respecto a la práctica deportiva, como pueden ser el apoyo del profesional, el cual parte desde la empatía, enviando mensajes claros que puedan aumentar el conocimiento del paciente y que le puedan hacer sentir más seguro. Además, es fundamental el apoyo de otros agentes sociales como familiares, amigos y otros trasplantados.
Si decides empezar un programa de ejercicio físico personalizado y a tu medida, no dudes en contactar con el equipo Trainsplant, nosotros nos ocuparemos de analizar tu caso y ayudarte. Somos especialistas en el entrenamiento para personas trasplantadas.
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Referencias
Spillman, L. N., Melville‐Claxton, A., Gatiss, G. A., Fernandez, N., & Madden, A. M. (2021). Diet and physical activity after liver transplant: A qualitative study of barriers and facilitators to following advice. Journal of Human Nutrition and Dietetics, 34(5), 910-919.
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