¿Puedo realizar ejercicio físico si tengo esclerosis lateral amiotrófica (ELA)?
¿Qué es la ELA?
La Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA) hace referencia a un trastorno neurodegenerativo de origen desconocido sobre las neuronas motoras que afecta tanto a la corteza cerebral como a la médula espinal y el tronco encefálico. Esta se da principalmente en adultos de entre 47 y 63 años, contando con una supervivencia media desde su diagnóstico de entre 3 y 4 años. La causa principal de su fallecimiento es la insuficiencia respiratoria. De esta forma, esto último nos da una pista de porqué estos pacientes no solo pueden, sino que deben realizar ejercicio físico, aunque primero debemos analizar los síntomas más comunes de la propia enfermedad.
Síntomas más comunes de la ELA
Los principales síntomas que se dan durante la enfermedad suelen corresponderse con debilidad y espasticidad en las neuronas motoras superiores, así como calambres musculares y atrofia en las inferiores, desembocando en un estado de fatiga temprana. Por ello, no hace falta decir que es muy necesario la aparición de terapias que puedan ayudar a aumentar la supervivencia de estos pacientes, así como a mejorar su calidad de vida a través de un aumento de su capacidad funcional.
¿Qué nos puede aportar el ejercicio físico a laEsclerosis Lateral Amiotrófica (ELA)?
Años atrás, debido en parte a la falta de investigación en este campo, el ejercicio físico estaba prohibido para estos pacientes, aludiéndose a que podía empeorar los síntomas anteriormente citados. Sin embargo, el ejercicio ha demostrado que puede ralentizar la degeneración de las neuronas motoras, minimizando el estrés sobre las fibras musculares (sobre todo sobre aquellas que se contraen más rápido), disminuyendo la espasticidad y minimizando la fatiga.
Esto se ve reflejado en amplias mejoras sobre la capacidad funcional o la capacidad de desenvolvernos en nuestro día a día y la función pulmonar. Además, también se producen beneficios sobre la fuerza muscular y la calidad de vida (aunque menores) sin reportar efectos adversos. Finalmente, y ante la gran pregunta de: “¿qué tipo de ejercicio es mejor para ello?”, la respuesta que nos da la ciencia es aquel que combina tanto trabajo de fuerza como de resistencia.
A colación, y por si aún no lo habéis visto, os recomendamos el documental “Vivir vale la pena” de Movistar +. Este documental relata la historia de Juan Carlos Unzué, enfermo de ELA, y de como el deporte juega una parte fundamental respecto a la mejora de la enfermedad.
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Referencias
Meng, L., Li, X., Li, C., Tsang, R. C., Chen, Y., Ge, Y., & Gao, Q. (2020). Effects of exercise in patients with amyotrophic lateral sclerosis: a systematic review and meta-analysis. American Journal of Physical Medicine & Rehabilitation, 99(9), 801-810.
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