Entrenamiento y diálisis

La enfermedad renal crónica afecta en torno a 700 millones de personas en el mundo, o lo que es lo mismo, a 1 de cada 11 individuos, representando un 4,6% de la mortalidad por todas las causas.

Respecto a ello, la enfermedad renal crónica incrementa el riesgo de discapacidad, hospitalización y la anteriormente citada mortalidad general, entre otras.


Además, y de forma concreta, es muy común que tengan peor forma física, pero… ¿cuáles son las causas de que estos pacientes presenten una función física deficiente?

CAMBIOS PRODUCIDOS EN EL ORGANISMO POR LA ERC Y QUE AFECTAN A LA FUNCIÓN FÍSICA

Durante este periodo se producen alteraciones en el metabolismo de las proteínas (fundamentales para ganar masa muscular) y disfunciones mitocondriales (quienes se encargan de producir la energía necesaria para movilizarnos) generando fibrosis, la cual se asocia con una menor fuerza en el tren inferior, así como una capacidad pulmonar reducida.

Estas alteraciones, además, no permiten el correcto desarrollo de las células satélite (unas células que se encargan de regenerar nuestros tejidos), siendo dichas alteraciones mayores en función de la severidad de la enfermedad.

A modo de ejemplo, se hipotetiza que la enfermedad renal crónica podría compararse con un envejecimiento prematuro debido a los cambios que genera en nuestro organismo, donde precisamente el anteriormente citado es uno de ellos, pero no el único, ya que también le acompaña una menor densidad vascular, generada a través de una desregulación de la angiogénesis o la creación de nuevos vasos sanguíneos.

De esta forma, parece existir cierta reciprocidad entre las células satélite presentes en el músculo y las del endotelio, pudiendo ser mejoradas determinadas situaciones a través del ejercicio físico, pero también, y de forma sorprendente, al iniciar la diálisis.

Ilustración 1. Cambios metabólicos producidos durante la enfermedad renal crónica

EJERCICIO FÍSICO DURANTE LA DIÁLISIS

Muchos de las personas con enfermedad renal crónica entran en algún tipo de terapia renal sustitutiva, como puede ser la diálisis, y se preguntan si es buen momento para seguir, e incluso iniciarse con el ejercicio.

El inicio de la diálisis se relaciona, para sorpresa de muchos, con una regresión de algunos de los aspectos citados anteriormente, como una disminución de las células satélite, aumentando, por tanto, la capacidad de regeneración muscular. De esta forma, un metaanálisis, es decir una recopilación de estudios que cuentan con cierto “poder” estadístico, y publicado en una revista de prestigio como la American Journal of Renal Physiology, cita literalmente lo siguiente: “…independientemente de la modalidad, el ejercicio mejoró las medidas objetivas de la función física para los pacientes con enfermedad renal sometidos a diálisis”. Por ello, parece que la diálisis podría considerarse como una ventana de oportunidad para el entrenamiento físico.

Es decir, es un binomio que se retrolimenta positivamente, entrenar durante la diálisis mejora nuestro estado de salud.

REFERENCIAS

Brightwell, C. R., Kulkarni, A. S., Paredes, W., Zhang, K., Perkins, J. B. et al. (2021). Muscle fibrosis and maladaptation occur progressively in CKD and are rescued by dialysis. JCI insight.

Nederveen, J. P., Betz, M. W., Snijders, T., & Parise, G. (2021). The importance of muscle capillarization for optimizing satellite cell plasticity. Exercise and Sport Sciences Reviews, 49(4), 284-290.

Clarkson, M. J., Bennett, P. N., Fraser, S. F., & Warmington, S. A. (2019). Exercise interventions for improving objective physical function in patients with end-stage kidney disease on dialysis: a systematic review and meta-analysis. American Journal of Physiology-Renal Physiology.

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