sitting man with prosthetic leg

Una de las consecuencias de la enfermedad renal crónica así como de determinados cánceres y accidentes es la amputación de algún miembro.

Tras una amputación comienza un proceso por el que el paciente debe reequilibrar su cuerpo, su fuerza y adaptarse a la nueva extremidad para continuar con su vida, y si entrena con Traïnsplant… ¡para volver a darle duro!

Pasar por una amputación implica necesariamente la adquisición de nuevas rutinas de higiene y cuidado del miembro residual

Una vez cicatrizado este cuidado es muy importante para evitar úlceras, rozaduras y otras lesiones típicas del miembro residual y para hacerlo debemos cuidar una correcta higiene, hidratación, adaptabilidad y reducción de la fricción a la que se ve sometida la piel de la zona de contacto entre el miembro residual y la prótesis. 

EROSIÓN CUTÁNEA, LA LESIÓN A EVITAR

Uno de los principales problemas a los que debemos hacer frente es la erosión cutánea, la cual es un proceso de desgaste de la piel que se produce habitualmente en los miembros residuales por la maceración de la piel (el sudor y los aceites naturales de piel permanecen durante horas en un espacio cerrado y cálido que facilita el crecimiento de bacterias), el roce y las presiones a las que la piel del miembro residual es sometido.

Cuantas más horas permanezcamos con la prótesis más fácil es que aparezca esta lesión, y aunque en un primer momento pueda parecer superficial genera grandes molestias y dolores además de poder derivar en lesiones más graves que conduzca a cirugías de reversión.

Para evitarla es vital extremar la higiene tanto de la piel residual, de la media o forro y de la prótesis, minimizar el roce e hidratar y nutrir el miembro residual.

HIGIENE DEL MIEMBRO RESIDUAL, DE LA PRÓTESIS Y MEDIAS /FORROS

El uso de la prótesis se produce todos los días durante muchas horas por lo que en la zona del muñón, y ¿qué ocurre cuando la piel está en contacto con un material no transpirable? pues que acumulamos sudor, grasita y toxinas entre la piel y el material.

El resultado es un espacio cerrado, cálido y con humedad que es perfecto para el crecimiento de bacterias y, por lo tanto, la aparición de infecciones. Si a una piel debilitada le añadimos un encaje imperfecto o simplemente el roce continuo es fácil de explicar porqué el muñón suele padecer irritación en la piel, rozaduras, eccemas… Para evitarlo lo primero que tenemos que hacer es mantener una higiene óptima tanto del miembro residual como de la prótesis y la media protésica o forro.

Higiene del miembro residual:

Debemos lavarlo, al menos, dos veces al día (antes de ajustar la prótesis y al quitárnosla) con jabones Syndet, jabones con un pH de 5.5, es decir, jabones neutros con nuestra piel. Evitar jabones con perfumes, alcoholes, pH elevados o tensoactivos agresivos es importante para mantener la microbiota (conjunto de microorganismos que viven en nuestra piel y que se comunica con nuestro sistema inmune y nos protegernos frente a invasores y agresiones externas) en buenas condiciones.

La siguiente regla de oro para mantener nuestro muñón sano es secar perfectamente la piel, si no lo secamos bien partiremos desde el inicio de un espacio cálido y piel macerada. La mejor forma para secar el muñón no es restregando la toalla sino con suaves toquecitos en el muñón.

Debemos tener en cuenta que todos los jabones tienen un efecto desecante en nuestra piel, ya que disminuyen la capa lípida (grasa) protectora de nuestra piel por eso es importante que por último rehidratemos la piel DIARIAMENTE para ayudar a su regeneración.

Tener una piel correctamente hidratada y nutrida ayudará al miembro residual a resistir mejor la fricción y evitar la erosión cutánea.

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Por último es muy importantes que durante el cuidado del muñón (limpieza e hidratación) prestemos mucha atención a las señales de la piel (zonas enrojecidas, hematomas, granitos o ampollas). Utilizar espejos o contar con alguien que revise las zonas a las que no tenemos acceso es una buena práctica. No te olvides de revisar pliegues y cicatrices, lo que hoy es una zona roja mañana puede ser una úlcera que te impida ponerte la prótesis durante meses.

Higiene de la media protésica o forro: 

Debemos lavarla una vez al día con jabón antibacteriano y agua caliente, eliminar todos los retos de jabón para evitar la aparición de erupciones cutáneas y asegurarnos de que está completamente seca antes de volver a utilizarla.

Tener recambios de diferentes grosores es vital si realizamos alguna actividad física o pasamos largos periodos con ella, pues nuestro miembro residual modifica su forma y tamaño durante el ejercicio y es muy importante adaptar nuestro forro al estado de nuestro muñón para prevenir lesiones.

Higiene de la prótesis: 

Siempre debemos seguir las instrucciones del fabricante.

Como recomendaciones generales debes saber que nunca es buena idea frotar fuerte o con materiales abrasivos la zona de contacto, pues si la superficie de contacto se vuelve mínimamente rugosa el roce con nuestra piel será más agresivo. Es decir, no por frotar más es mejor.

Una buena rutina para la higiene de la prótesis es limpiarla dos veces a la semana con alcohol y un trapo suave para evitar la proliferación de bacterias. Pero cuidado con el alcohol ya que es muy agresivo con nuestra piel puede provocar deshidratación y escamación del miembro residual. Deja siempre secar el alcohol y espera unos minutos antes de ponerlo en contacto con tu piel.

REDUCIR LA FRICCIÓN AL MÍNIMO

¿Sabías que el miembro residual cambia de tamaño e incluso forma a lo largo del día?

Medias y forros

La mayor diferencia la podremos observar antes y después de una actividad física, aunque sea un paseo de 5 minutos, por eso es importante invertir en medias o forros de diferentes grosores para adaptarnos a estos cambios, y proteger nuestra piel del roce en cada fase.

Combate el sudor

Uno de los causantes de la fricción es el sudor y para protegerse de la fricción tradicionalmente en el deporte se ha recurrido a antitraspirantes y vaselinas, pero hay que tener en cuenta que la piel del miembro residual es una piel más tensionada y localizada que está en contacto con la prótesis muchas horas, por lo que soluciones como los sprays antitranspirantes no son la mejor solución ya que deshidratan profundamente la piel dejándola más expuesta a la erosión cutánea.

Otro de los elemenos a evitar en el cuidado del muñón son los desodorantes con con perfumes y aditivos.

Capa protectora

Para minimizar el roce y evitar la fricción debemos utilizar un lubricante.

La vaselina es la primera opción que se nos viene a la cabeza pero debemos tener en cuenta que solo crea una externa a nuestra piel, ya que no es absorbida por nuestra piel y con el movimiento termina acumulándose en determinadas áreas dificultando la higiene de medias y forros.

Os recomendamos buscar soluciones basadas en aceites y ceras naturales que además de protegeros de la fricción hidratarán la piel, además algunas de éstas soluciones cuentan con ingredientes para la sensación de escozor.

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