Pasar por un trasplante renal suelen tener como consecuencia una capacidad aeróbica menor y un estilo de vida sedentario. Pero no es una consecuencia inherente al trasplante renal, ya que se ha demostrado que las personas tras pasar por un trasplante practican actividad física de forma regular en el tiempo alcanzan una capacidad aeróbica y masa muscular superior aquellos paciente que no practican ejercicio.

Lo que a la larga supone una menor morbilidad y mortalidad, así como una mejora en la calidad de vida de los trasplantados y trasplantadas renales. En contraposición la inactividad física se asocia a una peor función renal y por lo tanto mayor riesgo de muerte.

Entre los profesionales de la salud existe el consenso de de qeu el ejercicio es un factor protector y que ayuda a minimizar la aparición de enfermedades cardiovasculares y metabólicas, la osteoporosis o la sarcopenia (pérdida de masa de músculo esquelético durante el envejecimiento). Y que a su vez mejora la función del músculo esquelético y sistema cardiovascular.

El uso de medicación inmunosupresora y la función renal reducida del injerto afectan negativamente la masa muscular, la estructura muscular y el metabolismo muscular. También provoca un dismetabolismo lo que favorece la aparición temprana de la sarcopenia.

A todo lo anterior debemos sumar los largos periodos en cama que deben realizar los pacientes renales pre y post trasplante sumado al resto de medicaciones, desencadena una triada fatal para la calidad de vida: aumento de peso, pérdida de masa muscular y baja tolerancia al ejercicio físico.

Si aún no os hemos convencido de que no solo es que se pueda sino que se debe entrenar tras pasar por un trasplante renal os diremos que existen evidencias sobre el impacto de los programas de rehabilitación física y entrenamiento deportivo en pacientes con trasplante renal. Es más:

La mayoría de las guías de práctica clínica recomiendan la práctica de ejercicio como la atención estándar para los receptores de trasplante de órganos sólidos.

Pero esto no significa que se pueda hacer deporte de cualquier manera. ¿Sabías que la patología cardíaca es la más extendida entre la población con enfermedad renal? Lo que se traducen en que las personas con trasplante nunca deben pasar el 80-95% del máximo de intensidad de entrenamiento de resistencia y de fuerza muscular.

Estos valores deberán subestimarse en situaciones de riesgo cardiovascular elevado y en pacientes con HTA descontrolada. Es muy importante que en el proceso de planificación del entrenamiento para enfermos renales se tenga en cuenta los fármacos ingeridos por el paciente así como los efectos que, tanto en reposo como en ejercicio, puedan causar. En personas con tratamiento en HD que presenten una fístula en el brazo, la presión sanguínea excesiva en esa zona y los golpes o daños que pueda sufrir en la misma, son un factor de riesgo para la salud del paciente.

Los programas de entrenamiento físico ayudan además a la prevención cardiovascular, dado que pueden mejorar el perfil lipídico, la presión arterial, la sensibilidad a la insulina y la composición corporal.

Los entrenamientos más indicados para este tipo de pacientes son los entrenamientos aeróbicos para potenciar una mayor eficiencia cardiorrespiratoria.

DESDE TRAÏNSPLANT HEMOS CREADO UNA DE APP ESPECIALIZADA PARA QUE LOS PROPIOS PACIENTES PUEDAN GESTIONAR SUS ENTRENAMIENTOS DE FORMA SEGURA Y DE MANERA GRATUITA: RENAL&GO

Esta aplicación tiene una doble vertiente por un lado optimizar los resultados de salud, promover la actividad física en esta población y por el otro facilitar datos fiables para la investigación sobre ejercicio físico y enfermedad renal en todos los tratamientos renales sustitutivos.

Cada sección inicial de la App Renal & Go permite a los pacientes y personal sanitario identificar primero su situación previa para después pasar a la recomendación del ejercicio y notificación de las contraindicaciones de éste.

El sistema de Renal & Go proporciona información personalizada de la situación clínica, deportiva, fisiológica y bioquímica de su estado actual, para ello se ha desarrollado un proceso de introducción de datos sencillo e intuitivo que permite poner en valor y facilitar la comprensión de la mayor información posible al paciente trasplantado en un formato agradable. El paciente puede manejar su propia información y esta es una forma de crear adherencia a las pautas de ejercicio .

La aplicación Renal&Go está creada teniendo en cuenta que una gran parte de las personas que sufren enfermedad renal son mayores de 60 años, su uso de la tecnología e incluso si que sea utilizada por los familiares y/o cuidadores para guardar la información y ver la progresión.

La aplicación tiene en cuenta las características propias de cada población: en prediálisis, diálisis peritoneal, hemodiálisis y trasplante renal. Por lo que los usuarios respondiendo a us serie de preguntas verán las recomendaciones totalmente personalizadas, para ello se tienen en cuenta aspectos personales, clínicos, fisiológicos y de deporte previo y actual que se relacionarán con los datos recogidos posteriormente en la fase de test o valoración física para establecer el ejercicio más recomendado en cada situación. El objetivo principal de la App es facilitar al usuario información veraz y organizada de su situación actual comparándola con población general y con sus valores posteriores, una vez realizado el programa de ejercicio físico.

Category
Tags

Sin comentarios

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *